Si su curado con lámparas UV es insuficiente, o el resultado no es el deseado, puede ser debido a varios factores.

Aquí le listamos las causas más comunes. Aconsejamos comprobar cada punto para determinar cuál puede ser el motivo.

 

¿Está utilizando las tintas y barnices UV adecuados?

Consulte con su fabricante de insumos que requisitos tienen sus productos para asegurar que la potencia y emisión UV de su equipo ultravioleta es el adecuado.

Un cambio de formulación o producto en mal estado puede provocar que éste no se cure adecuadamente.

 

¿Están los reflectores deteriorados o muy sucios?

Los reflectores de lámpara sirven para redirigir los haces de luz que no salen directos al sustrato y focalizarlos hacia la superficie a tratar. Si éstos están en mal estado parte de la energía UV emitida será desperdiciada bajando el rendimiento general del equipo.

Mantenga limpios y en buenas condiciones los reflectores de la lámpara UV, pues de su estado depende en gran parte el resultado del curado.

Límpielos cada cierto tiempo usando alcohol isopropílico y un paño suave que no ralle su superficie. Si estuvieran en mal estado reemplácelos.

Ventilación del cabezal UV

El cabezal UV que aloja la lámpara ultravioleta tiene un sistema de ventilación por aire para mantener la lámpara a una temperatura adecuada.

Si esta ventilación es insuficiente la lámpara se deteriorará aceleradamente y el equipo se puede dañar.

Si la ventilación es excesiva la lámpara no alcanzará su temperatura óptima de trabajo y no emitirá como es debido, pudiendo incluso no llegar a encenderse.

Compruebe que el sistema de ventilación funcione correctamente y que en el aire que circula por el cabezal no hay contaminación ni humedad excesiva. La acumulación de partículas de aire sucio o tintas que entren en el equipo pueden dañarlo.

 

Lámpara vieja o deteriorada

Si la lámpara está muy usada o está parcialmente deteriorada (inflada, ennegrecida…) puede continuar funcionando por un tiempo, pero su rendimiento será menor llegando a no curar adecuadamente.

Reemplácela por una nueva tan pronto como aprecie que no está en buen estado.