Las lámparas ultravioleta de media presión constan de un bulbo o tubo de cristal de cuarzo relleno de gas, con dos electrodos en los extremos, que al suministrarle electricidad forman un arco eléctrico entre ellos, calentando y subiendo la presión de dicho gas y produciendo la emisión de luz. En función de los gases y aditivos que contenga la lámpara UV se obtendrá un espectro u otro.
Las lámparas ultravioleta destacan por su versatilidad y funcionalidad en cualquier campo de aplicación UV, ya que este sistema no implica el uso de disolventes. Sus principal uso es el curado o secado de materiales por polimerización y/o oxidación.
El curado UV consiste en la solidificación de tintas, barnices… mediante uso de lámparas de radiación ultravioleta sobre materiales en proceso de acabado.
Variantes y posibilidades de las lámparas de curado UV
Casquillos o terminaciones de las lámparas
Los casquillos de las lámparas de curado UV pueden ser tanto cerámicos con cables como metálicos, y con la forma que se necesite adoptar.
Potencia y dimensiones
Podemos suministrar lámparas con un arco de curado desde 50 mm hasta más de 2 metros, con potencias desde 80 W/cm hasta 600 W/cm (según necesidades del proceso).
Distribuciones espectrales ultravioleta
Las lámparas UV se pueden fabricar con diferentes dopajes dependiendo de la emisión ultravioleta que se necesite obtener. El más habitual es vapor de mercurio, pero también se dopan con galio, hierro, plomo… en función del tratamiento a realizar y el espectro deseado.
También suministramos lámparas germicida para desinfección por UV, y todo tipo de emisores y bombillas especiales para otros usos.
Contáctenos sin compromiso y le haremos oferta de las lámparas que necesite.